Thursday, September 30, 2010

Terremotos en Hellin

Una investigación de la Universidad San Pablo-CEU revela una nueva metodología para el estudio de la paleosismicidad en sistemas lacustres.

Esta técnica permite ampliar considerablemente el catálogo sísmico de una zona y determinar qué fallas son más activas y qué zonas podrían tener mayor peligrosidad y
riesgo de sufrir un seísmo.

El autor
El autor, Miguel Rodríguez Pascua, ha centrado su investigación en el área de Hellín (Albacete), donde ha encontrado evidencias de más de 70 terremotos importantes de magnitudes superiores a 5 en la escala de Richter.

El profesor de la Facultad de Farmacia de la Universidad San Pablo-CEU, Miguel Rodríguez Pascua, ha analizado la paleosismicidad del área de Hellín (Albacete) en su tesis doctoral titulada ?Paleosismicidad y sismotectónica de las cuencas lacustres neógenas del Prebético de Albacete?, fruto de una investigación de cuatro años centrada en la zona y financiada por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

El estudio
En el trabajo, dirigido por los doctores de la Facultad de CC. Geológicas de la UCM, Gerardo de Vicente y José Pedro Calvo, y tutelado desde el CSN por Mª Sol Ramírez Rayo, el investigador de la USP-CEU ha abierto considerablemente el catálogo sísmico de la zona que era inferior a cien años. Rodríguez Pascua ha encontrado evidencias de más de 70 terremotos importantes de magnitudes superiores a 5 en la escala de Richter acaecidos durante el Mioceno superior y una importante actividad cuaternaria.

Conclusiones
La investigación concluye que los periodos de recurrencia (cada cuanto se repite un terremoto) calculados para esta área son de 130 años como media, espaciándose más para eventos que podrían llegar a magnitud 8.

Estos datos que señala la investigación han sido comparados mediante técnicas fractales con la sismicidad actual y las fallas activas de la zona, porque han llegando a la conclusión de que son extrapolables a la actualidad. De esta manera, se aportan datos en un intervalo temporal mayor al que venían ofreciendo los sismógrafos.

Así, pueden determinarse qué fallas son más activas y qué zonas podrían tener mayor peligrosidad y riesgo. Se da la circunstancia, además, que en el entorno de la ciudad de Hellín (Albacete) se encuentran unos de los mejores afloramientos del mundo para el estudio de la paleosismicidad en sedimentos lacustres debido a unos lagos de hace 5,5 millones de años (Mioceno superior) donde se han centrado la investigación.

En opinión del profesor de la USP-CEU, el lacustre es uno de los registros geológicos más interesantes ya que en estos sedimentos se puede encontrar información tan variada como datos sobre el cambio climático, la flora, la fauna, inundaciones o la sismicidad del pasado.

Nueva metodología
Sin duda, la principal aportación de esta investigación a la comunidad científica es el desarrollo de una nueva metodología para el estudio de la paleosismicidad en sistemas lacustres.

Prueba de ello es que el Instituto Tecnológico de Zurich (ETHZ, Suiza) y la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (Méjico) en colaboración con el Servicio Geológico de los Estados Unidos han solicitado colaboraciones científicas con la USP-CEU al considerarla una referencia científica en la investigación paleosísmica en lagos.

Ante estos descubrimientos, el profesor Rodríguez Pascua advierte de que ?no debería cundir la alarma ante este tipo de datos y sí la sensatez. De todos es conocida la actividad sísmica de la Cadena Bética, sólo tenemos que poner los medios adecuados para prevenir catástrofes?.

Dónde y cuándo
Con estas técnicas podemos decir dónde se producirá y el tamaño que tendrá un terremoto, pero la predicción sísmica no es posible en la actualidad, ?como tampoco lo es en medicina, nadie va al médico a preguntarle cuando enfermará?, declara el investigador.

Por tanto, en el estudio del pasado geológico de una zona están las claves del futuro. El profesor Rodríguez advierte que estos eventos se repetirán sin bien se pregunta ¿qué ocurre en zonas en las que el hombre no ha registrado terremotos?, ¿quiere decir que son zonas exentas de peligrosidad sísmica?.

Rodríguez Pascua puntualiza que ?no podemos responder a esta pregunta sin recurrir a la geología de la zona en cuestión. Los terremotos dejan su registro en la geología y sólo hay que ir a buscar estos registros y calcular la edad y magnitud de los eventos pasados?.

Esto es posible gracias a una rama de la geología, la Paleosismología, que se encarga de estudiar los terremotos antes de las primeras crónicas históricas. En su opinión, hay que tener muy presente que el origen de los terremotos está en la liberación brusca de energía elástica en fallas y, para conocer el fenómeno, hay que tener muy claro que fallas generan o generaron terremotos.

En este sentido, ?nunca podemos quedarnos exclusivamente con la información que nos ofrecen los sismógrafos, es como si al estudiar las inundaciones no estudiásemos primero los ríos?, añade el profesor.

Esta paradójica situación es frecuente, especialmente cuando se habla de un terremoto, pero no de la falla que lo generó. Por tanto, Miguel Rodríguez Pascua apuesta por ?trabajar juntos geólogos y físicos en el estudio del fenómeno sísmico, como ocurre en otros países más avanzados en este ámbito científico?.

Historial
Miguel Rodríguez Pascua es doctor en CC. Geológicas por la Universidad Complutense de Madrid. Sus investigaciones se centran en tres campos diferenciados: Por un lado, el estudio tectónico de satélites de hielo del Sistema Solar exterior y, más concretamente, en Europa (Júpiter) con el objetivo de identificar zonas activas que puedan producir áreas de fusión en la corteza de hielo donde se pueda desarrollar la vida. Asimismo, el profesor de la Facultad de Farmacia de la USP-CEU está desarrollando una metodología para su aplicación en la reducción de Riesgos Geológicos en espacios Naturales Protegidos.
Por último, Rodríguez Pascua centra su esfuerzo investigador en las ciencias aplicadas en la determinación de riesgo y peligrosidad sísmica.

Las fallas activas pueden tener registro sísmico instrumental (mediante sismógrafos) o si su actividad se da en periodos más dilatados de tiempo tendremos que recurrir al registro geológico (paleosismicidad). La combinación de ambas técnicas, en su opinión, está dando resultados excelentes en todo el mundo.

En su bibliografía cabe destacar, entre otras obras, "Paleosismicidad y sismotectónica de las cuencas neógenas lacustres del Prebético de Albacete", "Proyecto SIGMA: estado de esfuerzos reciente y actual en la Península Ibérica" y "Estudio de la Paleosismicidad en Relación con el Cálculo de la Peligrosidad Sísmica en Emplazamientos de Instalaciones Nucleares".

Iniciativa
La Universidad San Pablo-CEU, de iniciativa social y gestión privada, invierte el 92% de sus resultados económicos en investigación. Actualmente cuenta con 82 proyectos en curso, en los que están implicados 460 profesores. Como reflejan los datos, una de las prioridades de la vida académica de la USP-CEU es el esfuerzo investigador, por lo que fomenta permanentemente estos programas en muy diferentes campos del saber y mantiene, junto a una exigente autocrítica, un espíritu constructivo permanente.

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